Veneno femenino

Somnifero perdurante,
alimentas el deseo de las ilusiones,
suena en tu mente el cambio de sentido,
un souvenir sin rumbo
de la galaxia del trueno lejano.

En tu lugar de paso, se me acaba el tiempo

pasa el minuto y ahora un agujero negro adormece el recuerdo,
en cada sonido ahogado,
en la sumisión del cuerpo desintegrado
donde duermen las ideas
y acuestas los corazones,

esos mismos deseosos de sexo y codicia, 

esos mismos, que son mutilados sin conciencia.