Escribí con sangre la experiencia, ahora una nota trazada en el hombro izquierdo es mi carga, peso melancólico por palabras persuasivas y ensueños del ritmo a la ruta del sol, seré divagante caminante sobre los desiertos de la ilusión, ya nunca más las cicatrices serán lecturas, volver a empezar... acariciar el aire al luchar, volar al sol y tocar su tez, descansar en el mar de las visiones, de la vida y las flores del camino que han de perfumar el cielo.
Despegar libre el nuevo comienzo del destino, entregar a las estrellas el aroma de los pinos, correr en los firmes pasos de mis pies y a mis ojos mis alas ataré, en cada reto, en cada meta, en cada sueño, palpando en la mente ideas sensatas e infinitas, alimentando la ansiedad y la ambición.
La fuerte determinación hace débil el eslabón que me ata y une al aire de los mundos incendiados de sumisión, esclavo de la piel, del hueso y el ser, siendo guerrero de la vida, luchar es deber, al final no moriré abrazando mis sueños, sino contemplando las cicatrices de la realidad vivida.
La fuerte determinación hace débil el eslabón que me ata y une al aire de los mundos incendiados de sumisión, esclavo de la piel, del hueso y el ser, siendo guerrero de la vida, luchar es deber, al final no moriré abrazando mis sueños, sino contemplando las cicatrices de la realidad vivida.
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