lunes, 11 de febrero de 2013

Esclavo de la piel

Escribí con sangre la experiencia, ahora una nota trazada en el hombro izquierdo es mi carga, peso melancólico por palabras persuasivas y  ensueños del ritmo a la ruta del sol, seré divagante caminante sobre los desiertos de la ilusión, ya nunca más las cicatrices serán lecturas, volver a empezar... acariciar el aire al luchar, volar al sol y tocar su tez, descansar en el mar de las visiones, de la vida y las flores del camino que han de perfumar el cielo.

Despegar libre el nuevo comienzo del destino, entregar a las estrellas el aroma de los pinos,  correr en los firmes pasos de mis pies y a mis ojos mis alas ataré, en cada reto, en cada meta, en cada sueño, palpando en la mente ideas sensatas e infinitas, alimentando la ansiedad y la ambición.

La fuerte determinación hace débil el eslabón que me ata y une al aire de los mundos incendiados de sumisión, esclavo de la piel, del hueso y el ser, siendo guerrero de la vida, luchar es deber, al final no moriré abrazando mis sueños, sino contemplando las cicatrices de la realidad vivida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario