Entre piedras rebosas el silencio y la paciencia de la distancia,
son las mañanas sin sol,
contigo entre la neblina y la gota de agua que golpea mi almohada.
Esta mañana y no estás aquí,
vuelve entre las estrellas olor pasajero,
cruza el oscuro recuerdo del vacío,
el frío umbral de lo inerte,
no vuelvas, no te extraño,
ya voy por ti.
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