Aún no esperaba ver el cielo sin una estrella,
escapada en la puerta del inconsciente,
mirar al cielo y no haber algo especial,
excepto tu ausencia.
Ahora no verte entre frías miradas,
inevitable deseo de abrazarte,
de no soltarnos, nunca más,
de encontrarme contigo,
de morir y viajar.
De tenerte entre pensamientos y parlares,
de tus ojos pestañeantes al calor de mis recuerdos,
nuestra voluntad, luz del día,
silencio de los anhelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario