Alguna vez la princesa tuvo el sol en sus manos ,muy preciado tesoro, uno que por obligación tenía que tenerlo sin poder abandonarlo pues para que la vida existiera este era necesario, para respirar pues su calor evaporaba el agua que el oxigeno refrescaba y para evitar que fuera destruido por todos aquellos oscuros seres que querían un pedazo del mismo para absorberlo hasta desvanecerlo la princesa subió al pico de la montaña mas alta que existiese y ahí permaneció, tan abandonada y puso al sol en el techo de la montaña, ese mismo sol que no es capaz de calentar el frío de su soledad, uno sobre otros pasaron los príncipes tratando de conquistar a la hermosa princesa, quizá dentro de sus corazones de imagen perfecta y mundo compacto sus deseos siempre fueron quedarse con los pedazos de sol que podían robarle, una sobre otra decepción la princesa fue abandonando sus príncipes pues cada uno siempre quería un reino con sus tesoros y con el único que no podían tener, el sol de frío, el sol de fuego enamorado, y que preocupación sostener un sol tan codiciado cuando al quitar el antifaz de sus pretendientes solo podía verse a hienas hambrientas de intereses personales e individuales, sobre el beneficio de la humanidad y el mundo que los albergaba.
A veces aún hoy día me pregunto como pudo conocer la princesa entre tantos príncipes a un mercenario de la vida, que entre dragones y espadas ha vivido, entre mares de ácidos y lava ardiente ha cursado y sobrevivido, sin reino, sin propiedades, sin dueña alguna que lo posea, solo siendo el rey de todo el mundo libre que nunca será suyo pero siempre podrá tenerlo, que princesa tan interesante que al instante le pide al guerrero que cuide de su sol por favor, que derrote a cuanto príncipe aparezca con sus ejércitos, que se enamore de la causa que el sol alumbra el mundo y hace feliz a todos los seres en las mañanas, que hace vivir el mundo y ella desea que sea el quien a su hombro, espada y pecho lo sostenga como su tesoro mas preciado aun sabiendo que el siendo su mayor fortaleza puede ser su mayor debilidad adquirida al tener en sus brazos su energía.
Este guerrero tan libre tan mercenario, que accede a ser su vigilante por siempre con una única condición, que no se abandonen, que nunca paren de sonreír y siempre el sol brillará siendo sus guardianes eternos, su princesa, su guardián sin guerra que en mago se ha convertido... aún teme, porque sabe que el mago guerrero en cualquier momento puede quedarse con el sol para el solo, que también había sido guardián, pero el sabe que ella también tiende a quedarse con su libertad y con su mundo libre, pero entre ellos nace la chispa que vida aumenta en la esfera, ese amor por la vida que nunca los separa pero que siempre permanecen en el cielo cuando los miras... hace tanto tiempo eso, cuentan que sus cuerpos mortales ya son polvo, pero que la princesa vive en el sol y el mago guerrero se transporta en el mismo cielo, en la luna, haciendo las noches libres y románticas, aumentando en la oscuridad la permisividad para los amantes incondicionales, pero siempre recibiendo su luz, su energía de su princesa sol, siendo su guardián de sueño, sin abandonar la promesa hecha, el amor que por ella siente aún todavía, amantes eternos y sonrientes en días de paz y alegrías.
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