domingo, 17 de junio de 2012

Y me acuerdo cuando...



Cuando...
Se percibe el sonido de la alegría
Cuando la felicidad se mece en su regazo
Cuando las luciérnagas cobijan con su luz los deseos
Cuando las aguas frías del arroyo calman la sed
Cuando la luz del amanecer nos da la bienvenida
Cuando las montañas se mueven entre los ojos
Cuando el espíritu enciende su llama de alegría
Cuando la mente encuentra su calma
Cuando la soberbia nos envuelve en su parecer
Cuando la telaraña nos atrapa en sus pesadillas
Cuando el trueno retumba nuestros temores
Cuando el sol nos enfría con su presencia
Cuando la tempestad se concentra sobre la cabeza
Cuando perdemos el rumbo en los oscuros montes
Cuando la soledad es compañía rebelde
Cuando el halcón se desprende del pico de la montaña
Cuando las nubes se hacen paso por medio de los cielos
Cuando el aire sostiene nuestra presencia en el vacío
Cuando el ser cálido se fortalece en el hielo
Cuando la brújula señala el norte del destino
De los deseos…del destino


Cuando la razón se hizo una con la conciencia
Cuando el humano caminó sobre las cuerdas
Cuando el relámpago encendió la vida y las ideas
Cuando el alma encontró nuevamente su sentido


Cuando a nuestra presencia bajaron las estrellas
Cuando el sonido siguió su eco sobre las destellas
Cuando el mago empezó a creer en los sueños
Cuando lo imposible visible era invisible ante la confianza
Cuando la perseverancia pudo más que la negativa
Cuando ese dulce sueño se convirtió en el deseo de vivir
Cuando tus expresiones hablaron más de lo que tus palabras decían
Cuando tu comportamiento era tenue arrullo de tu jerarquía
Cuando en tu representación se escondía la estupenda persona que existe en ti
Cuando la plenitud es firme
Cuando la vida es decidida
En nuestras esencias más simples y naturales
En nuestros procederes humildes y sencillos
En esta vida … cuando te conocí.

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