He viajado por las letras y los versos, por los textos de la historia prohibida que alguna vez escribí, era mi voluntad cohibida buscarte y quedará plasmada en los deseos del pasado... deseos tan profundos e indestructibles como la roca consciente donde fueron plasmados los recuerdos de un futuro, de mi futuro.
Mujer desconocida de mis poesías, tú mi anhelo incesante de terquedad y esperanza, encuentro el anochecer en el lienzo de tus obras,
sobriamente navegando entre vinos y esas copas carmesíes.
Entre piedra y madera se abrirá paso el agua de tus besos, entre tus ojos y los míos se perderá el tiempo y la tristeza, se desvanecerán los problemas y nacieron radiantes las estrellas, un mágico perfume de tranquilidad en tu ternura y belleza.
Me he visto a mi mismo en sus ojos desconocidos, una noche más no una menos, aquella noche anhelada te amaré con una sonrisa glorificada, mi mente se desnudará en un nuevo significado de humildad y agradecimiento.
Es la turbia soledad la que entre espejos muestran las montañas de la distancia, son los colores del viento y del humo que aprisionan el silencio de su acto, son aquellos ecos de aquellos que se cruzan entre ambos palpitando las palabras amargas buscando la frágil sombra del espíritu los que desgarran la paz de nuestras almas.
Ahora estás ahí escondida en la burbuja de la calma en duelo, el destino no premeditado está en cada suspiro, en cada letra del vacío de la ignorante mariposa corporal,
tu mirada vuela sin alas hacia este poneglyph de nuestro destino, piedra indestructible eres el mensaje de la esperanza incierta.
Una mujer, un vino en sus labios, un café en la mesa,
sus pinceladas esconden el placer de su seriedad, el éxtasis de su sueño y su deseo de alegría y felicidad.
En su piel y su aliento nacerá el milagro del corazón,
alma de mujer enamorada,
eres ilusión de pensamientos puros, cálidos y amorosos abrazos, inspirarías los pasos, ahora mi soledad es tuya.
Excesiva y joven locura, explosión sorpresiva hizo arder la poesía y en ella logrará enriquecer nuestras vidas,
no te perderás entre las multitudes y los lugares, entre los eventos y los aquelarres.
Te esperé en el futuro.