Entre dos pensamientos debajo del símbolo del amor,
tu sonrisa enloquece la percepción de la realidad,
los sumisos toques de tu tacto destrozan la calma,
la escritura se vuelve innecesaria ante la lectura de tu alma...
El elixir en tus labios llama a las puertas del cielo,
inspiras la locura y el desfogue,
talón de aquiles eres desequilibrio,
líquido apasionado que recorta el tiempo,
indetenibles en un cuarto sin salida...
Aquí nada está fuera de control,
los estribos están en el nerviosismo de los momentos,
más dulce es el vino de tu boca...
adictivo... como el licor de tu pulso acelerado.
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