jueves, 12 de septiembre de 2013

Tiempo Perfecto

Mirar al cielo es navegar por los gratos recuerdos, cada estrella es un sueño cumplido, una sonrisa, una flor en el campo de los olvidos... de los recuerdos.

Una por una luces azules me abrazan, cobijan la oscura noche en un firmamento pacífico, sin tormenta, se disipa la luz del cielo... en una ausencia.

Todo se torna en pensamientos y poder, en querer brillar en la oscuridad y encender  las estrellas,  disfrutar este mundo y saltar al universo.

Despierto cada día en esta selva de la tranquilidad acompañado de plantas, pájaros, arañas, los recuerdos y los peces del río, este monumento de aquellas noches como guerrero, la cerveza fría y estar solo cuando cada estrella cae del cielo sobre mi espalda y mi mirada al suelo deja caer el mar de sonrisas por la compañía del sol, sin nubes, con estrellas... pasa el día, pasa la noche y el latir del pulso busca en el cielo a mis ojos ciegos que aún gritan letras, o un simple extrañar, escrito en estas aladas hojas buscando volar en mis memorias.